Redacción Wayka
El pasado sábado 13 de junio, el documental “Hugo Blanco, Río Profundo”, realizado por la directora peruana Malena Martínez, fue proyectado en las redes sociales de Wayka.pe. Solo el anuncio sobre la película de no ficción generó que militares en retiro de diferentes partidos políticos se pronuncien en contra al límite de calificarlo como “apología al terrorismo”.
Los primeros en pronunciarse fue la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes del Perú, que sostuvo que “propalar documentales de esta naturaleza, ofenden y atentan contra la dignidad y el respeto de millones de ciudadanos”. El comunicado fue compartido por el exparlamentario fujimorista Carlos Tubino y el actual congresista de Acción Popular y militar en retiro, Otto Guibivich Arteaga.
Como este portal reveló en marzo de 2018, el fujimorista Carlos Tubino suscribió el Acta de Sujeción, documento impulsado por Vladimiro Montesinos, con el que se buscó asegurar la impunidad del entonces presidente Alberto Fujimori. Por otro lado, en 1991 el excomandante Otto Guibovich fue jefe de la Base Contrasubversiva de Tingo María, zona en donde se cometieron detenciones, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales por militares de 1989 a 1993, según el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
El congresista Rubén Pantoja, del partido dirigido por Antauro Humala, Unión Por el Perú, también se manifestó en contra del documental y hasta exigió que se cite al ministro de Cultura, Alejandro Neyra. Wayka intentó comunicarse con el parlamentario Pantoja, pero hasta el cierre de esta nota, no hemos recibido respuesta.
En defensa de la memoria
En respuesta a los pronunciamientos, el Ministerio de Cultura precisó que el documental fue financiado con fondos extranjeros, y no con dinero del Estado; y que la producción recibió un estímulo económico de S/119,322.00 para la difusión de la película en espacios culturales y educativos. Finalmente, la cartera a cargo de Alejandro Neyra enfatiza: “El Ministerio de Cultura reafirma su compromiso de impulsar diferentes manifestaciones culturales y artísticas, preservando nuestra memoria y promoviendo el diálogo y la tolerancia”.
Previo al Ministerio de Cultura, otras instituciones ya habían expresado su respaldo al documental dirigido por la peruana Malena Martínez, como la Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica (APRECI), que sostuvieron: “No puede aceptarse la censura de ningún tipo ni en ningún ámbito, ya que dejarla pasar sería permitir que se presenten otras restricciones más graves (…) por ello, nos sumamos al respaldo que viene recibiendo la película”.
Desde la Unión de Cineastas Peruanos también mostraron su apoyo al documental. “En su larga historia de más de cien años, ha habido muchos intentos de controlarla (a la actividad cinematográfica) por parte de instancias autoritarias, porque saben que alimenta la mente del público”, manifestó este gremio.
Para Mónica Delgado, crítica de cine peruana, este sería otro intento político por censurar la historia en el cine. “El fujimorismo y nostálgicos de dictaduras nuevamente quieren censurar la historia y negar hechos que conforman nuestra memoria como país. Así pasó con la ficción La casa rosada y el documental El viaje de Javier Heraud”, opinó Delgado para Wayka.
A la par, más de dos mil personas en el mundo han firmado un pronunciamiento en apoyo al personaje principal del documental dirigido por Malena Martínez. Entre sus firmantes, figura la antropóloga argentina Rita Segato, el dirigente de las comunidades indígenas wampis, Shapiom Noningo, la lideresa asháninka Ketty Marcelo López, el Consejo del Pueblo Maya de Guatemala, entre otros políticos y académicos de diferentes países.