Cayoyo era un adolescente de 12 años que vivía en Punchana, Iquitos. Un joven que hacía su vida como cualquier otro. Su única diferencia era que sentía atracción por otros chicos, es decir, era gay. Por el hecho de amar diferente sufría bullying en su colegio y violencia familiar en su casa. Su padrastro incluso llegó a raparle el cabello. Todo ello lo llevó al suicidio, pero antes de su muerte dejó escrito un mensaje: “Odio a mi padre, por culpa de él me estoy matando. Gracias”. Una víctima más de la intolerancia y la discriminación. Este caso tuvo gran impacto mediático regional y nacional y produjo unas declaraciones públicas de la entonces Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables condenando la violencia que sufren las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) en nuestro país.
Lamentablemente la historia de Cayoyo no es un caso excepcional en el Perú. Según datos del Informe Anual sobre Derechos Humanos de las Personas TLGB (Promsex y la Red Peruana TLGB), entre 2013 y 2014 se registraron dos suicidios de personas LGBT (20 y 15 años) y entre 2014 y 2015 fueron cuatro, tres de ellos de personas adolescentes LGBT (12, 17 y 18 años). Por supuesto, estos datos desvelan un sub-registro, ya que el Estado peruano no ofrece cifras oficiales sobre la violencia específica que experimentan las personas LGBT a causa de su orientación sexual y/o identidad de género.
Precisamente el acoso escolar o bullying representa un factor que incrementa notablemente el riesgo de depresión y suicidio en las y los adolescentes LGBT. Para las y los estudiantes no heterosexuales el ámbito escolar continúa siendo sinónimo de peligro, inseguridad e incomodidad. Y esta problemática parece ser indiferente para las autoridades escolares y el profesorado de muchos colegios de nuestro país, que siguen invisibilizando la diversidad sexual y de género en las aulas.
En el reciente Informe Defensorial sobre Derechos Humanos de las Personas LGBT, se incorpora la información que el Ministerio de Educación ha registrado a través del sistema SíSeve. Según esta plataforma entre 2014 y 2016 se registraron 114 casos de bullying homofóbico en instituciones educativas a nivel nacional. Si bien esta cifra puede no reflejar la real dimensión de la violencia que muchos estudiantes LGBT sufren a diario en los centros educativos, supone un inicio para la visibilización y la problematización de una realidad existente.
Según el primer Estudio Nacional sobre Clima Escolar 2016 elaborado por Promsex, GLSEN y Todo Mejora Chile a partir de una encuesta aplicada a más de 300 estudiantes LGBT con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años y procedentes de 20 regiones del país, la realidad escolar es preocupante:
Estas alarmantes cifras muestran que la visibilidad, o al menos la presunción de ser LGBT, es castigada frontalmente en el espacio escolar, afectando así la calidad de vida de las y los estudiantes y su derecho fundamental a la educación. Además, en muchos casos, el acoso en el colegio viene acompañado por la falta de apoyo, o incluso por la violencia familiar, en el hogar. Según datos de Promsex y la Red Peruana TLGB, entre 2015 y 2016 se registraron, al menos, 8 casos de violencia familiar por orientación sexual e identidad de género, cuyas víctimas fueron mayoritariamente jóvenes.
Como evidencia el citado estudio sobre clima escolar, los efectos perjudiciales del bullying son profundos y numerosos. Por un lado, en el ámbito educativo, las víctimas de acoso escolar pueden registrar bajo rendimiento académico y altas tasas de ausentismo y deserción escolar. Por otro, en el ámbito psicológico, pueden presentarse consecuencias como aislamiento social, baja autoestima, aumento de consumo de alcohol y drogas, depresión, pensamientos suicidas, etc.
Ante esta cruda realidad, las políticas educativas avanzan lentamente. El MINEDU diseñó la Estrategia Nacional para la Lucha contra la Violencia Escolar “Paz Escolar” 2013 – 2016, la cual ha supuesto un avance cualitativo en las políticas públicas al contemplar la orientación sexual como un factor de posible acoso escolar. A consecuencia, se puso en marcha el sistema especializado en reportes de casos sobre violencia Escolar “SíseVe”, una plataforma virtual que permite denunciar las agresiones que puedan haber ocurrido a causa de la orientación sexual.
Por otro lado, se aprobó recientemente el Currículo Nacional de la Educación Básica (2016) que incorpora un enfoque transversal, incluyendo el principio de igualdad de género en su diseño. Esta norma expresa que todos los estudiantes, independientemente de su identidad de género, tienen los mismos derechos, deberes y oportunidades que cualquier otro estudiante. Asimismo, promueve que en los centros educativos los estudiantes construyan comportamientos que incluyan elementos de respeto sin discriminar por género u orientación sexual.
Finalmente, el Perú firmó recientemente el llamamiento a la Acción Global contra la Violencia Homofóbica y Transfóbica en el sector educativo, impulsado por la UNESCO junto a 45 países. Esperemos que este compromiso siente las bases para la formulación de nuevas políticas públicas que trabajen en la prevención y la erradicación de la violencia escolar por razón de orientación e identidad de género.
Los datos de estudios e investigaciones manifiestan la persistencia de numerosos desafíos para lograr que la respuesta de las instituciones educativas frente a la violencia escolar homofóbica, bifóbica y transfóbica sea, por fin, la adecuada, permitiendo desterrar los prejuicios y el estigma y garantizando eficazmente el derecho a la educación de las y los estudiantes LGBT. No podemos permitir una muerte más, ni un derecho menos a causa de la discriminación.
Cayoyo no se suicidó, fue asesinado por la indiferencia, la intolerancia y la discriminación
*Artículo escrito por Alberto Hidalgo y Yordan Mañuico, politólogos y miembros del equipo de incidencia política de Promsex. Si quieres saber más sobre el estado del bullying por homofobia en el Perú, Promsex elaboró un estudio sobre el clima escolar a nivel nacional. Puedes revisar el informe completo aquí. Y si quieres la información gráfica, aquí.