Escribe Cecilia Olea*

Para ti que estas leyendo estas líneas: ¿te parece “normal” que las mujeres sepamos leer, vayamos al colegio, a la universidad, lleguemos a lejanos planetas y conquistemos preseas deportivas y por qué no que seamos Presidentas de la República, Ministras y Congresistas? Todo aquello que hoy parece como parte de lo cotidiano fue el resultado de muchos esfuerzos de mujeres organizadas a lo largo de toda América Latina y el Caribe.

Estos derechos básicos pudieron ser ejercidos hace bastante poco, recién desde el siglo pasado.  Trabajar, educarnos, participar en los destinos políticos de nuestras comunidades y países nos dejan muchas satisfacciones pero también sinsabores.  En América Latina y el Caribe las mujeres percibimos de remuneración el 84% de lo que ganan los hombres por similares trabajos.

Preparar el desayuno, las loncheras, cocinar en la casa o en el comedor popular, cuidar de menores de edad, de adultos mayores, de enfermos aparecen como tareas “propias” de las mujeres.  Este trabajo de cuidado o de las tareas doméstica es no remunerado y según en INEI en nuestros país representa la quinta parte  de la producción, el 20.4 % del PBI.

Cada día cuatro menores de 15 años se convierten en madres, es probable que muchas de ellas contra su voluntad y como consecuencia de una violación. #Niunamenos en México, Argentina, Perú, Uruguay, Bolivia, Chile y muchos otros países ha sacado a la luz la violencia que vivimos la mujeres en nuestro región, pero también ha puesto de manifiesto la fuerza, la valentía de miles de mujeres que rompen el silencio y se organizan.

Intercambiar las formas cómo nos organizamos, resistimos, ampliamos derechos, es clave para aprender las unas de las otras y así tejer complicidades necesarias para saber y sentir que no estamos solas.  Tenemos el apoyo de todas y cada una a lo largo de nuestra América latinocaribeña.

¿Cómo lograr la igualdad de derechos?, ¿Cómo garantizar el acceso a la justicia?, ¿Cómo hacer para que ser mujer no sea una razón de riesgos en nuestros países?

Hoy más que nunca el futuro de nuestras niñas nos interpela, seamos firmes en la lucha por un futuro más equitativo y solidario.

 

*Cecilia Ola participa del CMP Flora Tristán y Articulación Feminista Marcosur, una iniciativa que busca dialogar y visibilizar la situación de las mujeres en la región.