Países latinoamericanos en contra políticas migratorias inhumanas de Trump
Presidentes de Colombia, Brasil y Honduras han rechazado que sus connacionales sean deportados con grilletes y en condiciones deplorables, incluidos niños, mujeres embarazadas y adultos mayores. Resaltan que la migración es un derecho humano y que la condición irregular no debe ser un pretexto para tratos indignos.
Tras la toma de mando de Donald Trump en Estados Unidos, se han reportado deportaciones masivas de migrantes indocumentados. La política de Trump, quien dice que Estados Unidos no necesita a Latinoamérica, es claramente discriminatoria y racista.
En los últimos días la situación se tornó más tensa tras difundirse un video en el que 88 brasileños deportados por EE. UU. llegaron esposados y encadenados, como si se tratasen de criminales de alto peligro. Las personas denunciaron maltratos, amenazas de muerte y estar más de 50 horas con grilletes en pies y manos.
“Atacaron a los niños, me quedé sentado hasta que llegué a mi límite, no pude soportarlo más. La gente se desmayó. Pedí que me dejaran ir y él (en referencia a un guardia estadounidense) me estranguló. Estaba esposado de pie y boca abajo, no había nada que pudiera hacer”, relató Jefferson Maia, quien llegó al Aeropuerto Internacional de Belo Horizonte este sábado 25 de enero luego de un vuelo de repatriación por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Otro de sus compatriotas reafirmó lo dicho por Maia, sobre todo la situación de los niños, quienes fueron expuestos a esta situación traumática y que incluso se desmayaron en el trayecto sin recibir ayuda. «Ni un perro merecía ser tratado de esa manera», dijo Maia ante el trato inhumano.
Ricardo Lewandowski, ministro de Justicia y Seguridad Pública, criticó el uso de grilletes y los clasificó como una “falta de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos brasileños”. Por ello, mandó un avión de la Fuerza Aérea para que los deportados llegaran al aeropuerto de Belo Horizonte en condiciones dignas.
Ante estos hechos, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil afirmó que “presentará una petición de explicaciones al gobierno de Estados Unidos sobre el trato degradante a los pasajeros del vuelo” debido a que se ha violado el acuerdo bilateral firmado en 2018 que implica condiciones de trato digno, respetuoso y humano de los repatriados.
El presidente brasileño Lula da Silva convocó a una reunión extraordinaria para decidir si asiste a la convocatoria de urgencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) para tratar la expulsión de migrantes de Estados Unidos, programada para este 30 de enero.
Posición de Colombia
En Colombia, el presidente Gustavo Petro también mostró su posición tajante en contra de las medidas antimigratorias implementadas por Trump. Mediante sus redes sociales, Petro desautorizó que aviones norteamericanos con migrantes colombianos entraran a su territorio debido al trato indigno recibido. “Jamás permitiré que en vuelos traigan a los colombianos esposados. Los EE. UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos”, anunció.
Acto seguido, Donald Trump amenazó con quitar la visa a funcionarios de Petro y aumentar los aranceles a los productos colombianos. Gustavo Petro no se amilanó y respondió con aumentar los aranceles en 50%.
En esta situación, ambos presidentes retrocedieron. La Casa Blanca emitió un comunicado en el que señalaba que se “había superado el impasse”. Aunque señalaron que Colombia había aceptado todas las condiciones, Colombia marcó posición y habría mayor vigilancia y respeto por los derechos de sus connacionales.
Asimismo, el presidente Gustavo Petro anunció que acudirá al llamado de Xiomara Castro de Zelaya, presidenta de Honduras y de la CELAC, quien convocó a una cumbre extraordinaria para discutir la posición migratoria de los países de América Latina y el Caribe frente a los mandatos antiderechos de Trump en Estados Unidos.
Petro reveló, además, que en unas semanas asumirá el mandato de la CELAC.
¿Y Perú?
El régimen de Dina Boluarte y su discurso criminalizador de la migración en el país, se alinea con la posición de Trump, aunque en este caso los perjudicados serían los mismos peruanos.
«Todo país debe tener el derecho de expulsar a las personas que han cometido alguna falta o algún crimen», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, en el dominical Punto Final.
No se han pronunciado por las condiciones en las que los peruanos serán deportados, pero afirmaron que todos los “deportados van a tener todas las facilidades que se necesiten para su reinserción en el país”.