Clara Mera, jefa de oficina de Bienestar Social de la UGEL Coronel Portillo, debió ayudar a trabajador con COVID-19. Mientras él luchaba por su vida, ella realizaba proselitismo político con Rafael López-Aliaga en Pucallpa. Tras fallecimiento del empleado, se descubrió que 33 trabajadores tenían coronavirus.

Por Nicol León

A casi un año de que el coronavirus sometió al Perú, las autoridades de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Coronel Portillo en Ucayali actúan como si el estado de emergencia no existiera. Sus trabajadores han denunciado que hasta la fecha no se establece un protocolo para evitar los contagios en la sede, lo que ha causado la muerte de 2 trabajadores y el contagio de otros 33.

Desde noviembre, la dirección de la UGEL está a cargo Percy Godofredo, quien aún no corrige las observaciones que el Ministerio de Salud le indicó hace tres meses en su propuesta de protocolo. Por ello, no fumigan el local, les entregan mascarillas cada mes, no les exigen lavado de manos y, desde que se levantó la primera cuarentena, todos, inclusive la población de riesgo, fueron obligados a laborar de manera presencial.

Wayka verificó en la página de Normas Legales del Ministerio de Salud que hasta la fecha no se ha oficializado ninguna resolución que apruebe el protocolo de emergencia sanitaria en Coronel Portillo.

“Al trabajador (contagiado) lo mandaban de cuarentena (en el hospital), pero este no iba porque lo amenazaban. (Le decían que) si se va, ya no va a trabajar. Ellos nunca han dicho al trabajador infectado ‘señor váyase y luego regrese’”, señaló uno de los representantes del Sindicato de Trabajadores de la UGEL Coronel Portillo.

Recursos Humanos o Personal y el jefe de la unidad orgánica debieron elaborar el protocolo, según la segunda edición de la Guía Operativa para la gestión de recursos humanos durante el estado de emergencia, que la Autoridad Nacional del Servicio Civil publicó en setiembre de 2020.

Pero ninguna de estas oficinas se hizo cargo. Ante esta situación, la única jefatura que podía ayudarlos a tomar acciones de prevención para evitar más contagios era la de Bienestar Social, a cargo de Clara Mera, candidata que lidera la lista al Congreso de Ucayali por el partido Renovación Popular del ultraconservador Rafael López-Aliaga.

Mera asumió esta jefatura en 2019, según la hoja de vida que declaró ante el Jurado Nacional de Elecciones. Una de sus labores, de acuerdo con el Manual de Organización y Funciones de esta UGEL, era gestionar con EsSalud la atención médica y, por lo tanto, el personal esperaba que organice la toma de pruebas rápidas. Pero la última vez que se realizó fue en noviembre del año pasado. “No fue permanente ni mensual ni quincenal”, añadió uno de los empleados.

EMPLEADOS ASINTOMÁTICOS

Pero, ¿quién es Clara Mera aparte de ser la actual jefa de Bienestar Social de la UGEL?  Es también pastora evangélica y dueña de la iglesia Yo Soy.

Las primeras semanas de enero de 2021, cuando se especulaba de una segunda ola de contagios, Daniel Ruiz, de 63 años, quien ocupaba provisionalmente un puesto en el Área de Personal, presentó síntomas de COVID-19, por lo que dejó de asistir. Mera señala que se comunicó con la esposa del trabajador y le indicó que lo lleve a EsSalud.

“Le digo que tiene que entrar al seguro y su señora no quiso, su señora no le quería llevar al seguro. Es personal esto del COVID, es de cada uno”, respondió Mera.

Era muy probable que, mientras permanecía asintomático a la enfermedad, Ruiz haya contagiado a sus compañeros. Pero eso no fue suficiente para que les realicen nuevas pruebas rápidas. Todos siguieron laborando como si nada.

“Él seguía yendo, él era el jefe de personal, estaba en los procesos de contratación, en todo. Por eso digo que esto no hubiese pasado si todo se hubiera manejado con todos los protocolos”, afirmó uno de los trabajadores que pidió no mencionarlo por temor a represalias.

El 21 de enero, el estado de salud de Ruiz era grave. Ingresó a la Sala de emergencias y fue ahí donde el médico Rengifo, quien venía atendiendo al personal de la UGEL, se enteró de que se había contagiado de COVID-19. La jefa de Bienestar Social, Clara Mera, no le había informado antes sus datos ni había pedido que lo atienda.

“Yo me enteré con nombre y todo cuando él estaba en cuidados intermedios y tuve la oportunidad de atenderlo un turno. Al pasar la visita, vi que ya estaba delicado de salud. No había camas UCI”, contó.

El mismo día en que Ruiz luchaba para no morir, Mera hacía proselitismo político con el candidato presidencial Rafael López-Aliaga en la ciudad de Pucallpa. En entrevista, dijo que para ello había pedido licencia.

“He pedido licencia de tres días y cuando uno solicita licencia, licencia particular, yo debo hacer con mis días lo que a mí me da… lo que tengo que hacer porque es la ley”, comentó en conversación con Wayka.

Videos y fotografías que Rafael López-Aliaga y su candidata subieron a redes el 21 de enero certifican que estuvieron haciendo campaña mientras Ruiz requería apoyo.

Un día después, el trabajador Daniel Ruiz falleció. Para Mera, la dirección de la UGEL es la única responsable de lo sucedido.

“El protocolo lo hace la dirección de la Ugel, yo no estuve, no participé. No es como lo pintan. No es mi responsabilidad que no se cumpla con el trabajo remoto”, insistió.

Cuando Ruiz aún no evidenciaba los síntomas, Clara Mera también trabajó en la misma sede de UGEL. Pero eso no le impidió acercarse a sus seguidores.

En entrevista, contó que está recuperándose del coronavirus, enfermedad que empezó a padecer después de realizar campaña política en las calles de Pucallpa.

QUE NO QUEDE IMPUNE

Tras el fallecimiento de Ruiz, el Sindicato de Trabajadores de la UGEL Coronel Portillo ocupó por unas horas la sede para exigir que les realicen pruebas de descarte de coronavirus. Los resultados: 33 trabajadores infectados.

“Esas personas estaban trabajando con nosotros. Si nosotros no nos preocupábamos, nadie se hacía (la prueba) (…). El protocolo dice que deben hacerlas mensualmente al trabajador, debe haber un doctor , una enfermera a tiempo completo, que es lo que nosotros no tenemos. Vamos a seguir con esto, la Fiscalía debe tomar cartas en el asunto para que vea la responsabilidad. Esto no debió haber pasado”, indicó uno de los representantes del sindicato.

CUESTIONAMIENTOS

Mera tiene serios cuestionamientos en su desempeño en el Gobierno Regional de Ucayali. En 2015, cuando era gerenta de Desarrollo Social, la denunciaron porque habría utilizado el auto del gobierno regional para uso personal. Tras ello, el exgobernador Manuel Gambini Rupay pidió su traslado al área de Cooperación Técnica Internacional.

“(Gambini) informó que a la exgerente de Desarrollo Social también se le apertura un proceso donde tendrá que deslindar su responsabilidad en el supuesto delito de peculado”, se lee en la edición del diario local Ímpetu publicada el 13 de mayo de 2015.

Al año siguiente, el consejo regional de esta región pidió que deje el cargo de gerenta de Cooperación Técnica Internacional “por no cumplir con el perfil para el cargo que se le ha encomendado”, se lee en la edición del 7 de marzo del mismo periódico.

También se le abrió un proceso por tráfico de influencias en la Fiscalía Anticorrupción de Ucayali.

Según el Observatorio para la Gobernabilidad, Mera intenta llegar al Congreso desde 2002 con distintos partidos políticos. Sin embargo, nunca obtuvo una curul. En este proceso, el Jurado Electoral Especial de Coronel Portillo pidió su exclusión por omitir información en su hoja de vida. Su defensa apeló y el  Jurado Nacional de Elecciones tiene pendiente resolver su caso.