Graciela Tiburcio Loayza
El Consejo de Ministros aprobó por unanimidad un Decreto de Urgencia (DU) que garantiza subsidio económico y la incorporación al Seguro Integral de Salud (SIS) para las hijas e hijos de las mujeres víctimas de feminicidio. La medida fue adoptada luego de la reunión sostenida entre el presidente Martín Vizcarra y activistas feministas.
El 2019 culminó con la cifra más alta de feminicidios de la última década. La violencia machista no solo le arrebató la vida a 175 mujeres, según reporte de organizaciones civiles, sino que también dejó en la orfandad a más de 200 niñas, niños y adolescentes que crecen con el recuerdo de haber visto a sus madres perecer en las manos de sus agresores.
A finales de 2018, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (MIMP) creó la Estrategia “Te Acompañamos”, que busca garantizar el acceso a programas sociales del Estado para las familias de las víctimas de feminicidio y las sobrevivientes que hayan quedado con daños graves; sin embargo, el colectivo ‘Familias Unidas por Justicia, Ni Una Asesinada Más’ señala que este proyecto no ha sido efectivo.
La mencionada agrupación, articula a las familias de las víctimas de feminicidio en Perú. En el colectivo se encuentran más de 20 niñas y niños huérfanos que aún no han recibido atención psicológica, ni accedieron a los programas establecidos en la estrategia diseñada por el MIMP.
«El decreto aprobado es un paso grande y responde a las demandas que se hicieron desde las familias de las víctimas y los colectivos feministas. Era necesario que el Estado asuma su responsabilidad en los feminicidios. Ahora se debe hacer seguimiento para que el soporte se otorgue de manera integral a toda la familia y que haya sanción efectiva para los agresores», nos comentó Sandy Evangelista, integrante del colectivo Familias Unidas contra los feminicidios.
Son precisamente estas familias, con el apoyo de las organizaciones y colectivos feministas, quienes en febrero del año pasado propusieron el subsidio económico para las niñas y niños huérfanos por feminicidio. Sus demandas y acciones de incidencia han tenido como resultado el Decreto de Urgencia aprobado la última tarde.
Cuando el dolor se organiza
“¡Martín Vizcarra, no seas indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente!”, fue el grito que resonó en los exteriores de Palacio de Gobierno cuando más de cien ciudadanas, organizaciones y colectivos feministas entregaban cartas dirigidas al presidente Martín Vizcarra a nombre de las 175 mujeres víctimas de feminicidio en 2019.
Desde las 8:30 a.m. del primer lunes de este año, las familias de las víctimas de feminicidio y las activistas se fueron congregando en una fila interminable en la puerta de la oficina del Despacho Presidencial, esperando a entregar las 175 cartas tituladas “Unidas contra los feminicidios”.
“Nos dirigimos a usted en representación de las 175 mujeres víctimas de feminicidio en el 2019. Estamos dando voz a cada una de ellas y las más de 1 300 mujeres asesinadas en los últimos diez años”, inician los documentos presentados a Vizcarra al que se adhirieron 51 organizaciones de la sociedad civil, colectivos y más de 200 mujeres.
Una por una fueron dejando las cartas en mesa de partes, mientras las demás entonaban un cántico feminista enarbolando pañuelos negros con los nombres de cada una de las víctimas de feminicidio del año pasado. “Lloro por quererte, por tu ausencia y por tu muerte, canto por justicia, por respeto y dignidad”, cantaban todas al ritmo de Cariñito.
Sus arengas lograron traspasar los muros de Palacio. El presidente Martín Vizcarra accedió a reunirse con ellas para escuchar en persona las 17 demandas señaladas en las cartas y que resaltan la situación de ‘Emergencia Nacional’ que se vive por el constante asesinato de mujeres y la impunidad que impera para los agresores.
Entre los puntos discutidos, las ciudadanas resaltaron la necesidad de crear e implementar un Programa de atención integral para las víctimas directas e indirectas de la violencia de género, la detención efectiva de los denunciados por feminicidio y tentativa y la creación de un Registro único de feminicidios y tentativas de feminicidio.
Vizcarra indicó que incluiría como punto de agenda en la sesión del Consejo de Ministros, que se realizó el último lunes, la creación del programa integral de asistencia para los niños huérfanos por feminicidio. De ahí que se aprobara el Decreto de Urgencia dado a conocer por el Ministerio de la Mujer.
En la reunión estaba presente Rosario Aybar, madre de Solsiret, joven de 23 años que fue desaparecida en agosto de 2016, dos semanas después de la primera movilización nacional Ni Una Menos y que hasta ahora lucha por saber dónde está su hija.
El caso de Solsiret es el reflejo de miles de desapariciones de mujeres en Perú que hasta no encuentran justicia. Por este motivo, es que otra de las demandas presentadas al Presidente fue fortalecer el sistema de búsqueda de mujeres desaparecidas, ya que muchos casos sin resolver ocultan feminicidios y explotación sexual.
Martín Vizcarra se comprometió a hacer seguimiento al caso de Solsiret y aseguró que se ejecutarían las medidas necesarias para garantizar las prontas investigaciones de los casos de desaparición. Sin embargo, quedaron demandas por ser atendidas como la despenalización del aborto en casos de violación sexual y el acceso de las niñas embarazadas por violación al aborto terapéutico.
Transcurría la reunión y en los exteriores, las activistas terminaban de entregar las cartas en mesa de partes y se congregaban alrededor de Palacio entonando sin parar sus cánticos: «Reloj de campana, tócame las horas, para que despierten las mujeres todas. Porque si despiertan todas las mujeres, irán recobrando sus grandes poderes».
Era casi mediodía cuando terminó la reunión entre las activistas y el Presidente. La acción iniciada por la mañana culminó con una movilización espontánea por jirón de la Unión, con cada uno de los pañuelos en alto para que la ciudadanía tenga presente los nombres de las 175 mujeres asesinadas en 2019 y que, como dice la arenga, no sean indiferentes.