Así lo afirmó Miguel Cardozo, presidente del comité organizador de este evento minero. Sus palabras se dan en un contexto en que la conflictividad social viene escalando en el Perú, donde existen más de 90 conflictos relacionados a esta actividad extractiva. Además, mencionó que la minería moderna y formal «no contamina.»

Por Jair Sarmiento

«No podemos permitir invasiones de mina, cortes de carretera (…) Esto no es la jungla. Tenemos que comportarnos como personas decentes», dijo Miguel Cardozo, presidente de la 36 edición de la Convención minera Perumin y miembro del consejo directivo del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

Cardozo también minimizó los pedidos de la población en zonas mineras «En parte son conflictos reales, por descontento, porque no han recibido lo que ellos han esperado durante mucho tiempo, pero también hay muchísimos conflictos que son provocados.

Sus declaraciones se dieron en una entrevista con un canal de Youtube en donde también mencionó que la minería «moderna y formal no contamina», y que si se «cometen errores, se remedian, como en todas partes ocurre».

Conflictos mineros en el Perú

En la actualidad existen 96 conflictos socioambientales en el Perú relacionados a la actividad minera, según el último reporte de la Defensoría del Pueblo en agosto de este año. La cifra totalsto representa el 68,1% de los conflictos socioambientales en el país.

Además, según el 32° reporte semestral del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú (OCM) publicado en julio de este año, en el último semestre de enero a julio del régimen de Dina Boluarte, el Perú ha registrado un incremento significativo en la conflictividad social, superando ampliamente el promedio de las últimas dos décadas, en relación a los gobiernos de Pedro Castillo, Francisco Sagasti, Vizcarra y Ollanta Humala,

En tal sentido, las regiones que encabezan la lista donde se registran mayores conflictos son Loreto, Cusco, Apurímac y Áncash.

Casos sin solución

Según el informe realizado por Cooperacción, Grufides y Fedepaz, en Cusco, las provincias altas del corredor minero del sur, son escenario de constantes protestas de las poblaciones afectadas por el transporte de minerales, sobre todo de los camiones que se trasladan desde la mina de Las Bambas, en Apurímac y tienen que cruzar por sus territorios.

En Apurímac, el caso más representativo es Las Bambas. Desde hace más de 10 años, las comunidades de Fuerabamba, Chila y Choaquere de esta región han desconocido los acuerdos a los que llegaron con la empresa minera MMG Las Bambas, ya que denuncian que la minera ha incumplido una serie de compromisos,

Es necesario señalar que también se registraron bloqueos en la carretera del transporte minero de Las Bambas como protesta contra el gobierno de Dina Boluarte, con el fin de exigir nuevas elecciones presidenciales y de Congreso

Ancash se ubica como la quinta región del país con más casos de conflictos sociales reportados. Siete están vinculados a la gran minería, específicamente, a las zonas de influencia de Antamina (5 casos) y Barrick Misquichilca (2 casos), mientras que 4 casos están vinculados a la pequeña y mediana minería.

Puno es una de las regiones que concentran el mayor número de conflictos. «De hecho, en medio de las protestas en los primeros meses del año, las operaciones en la mina San Rafael (Minsur), estuvieron paralizadas alrededor de 45 días», señala el informe.

Finalmente, otro tema que se viene debatiendo es el tema del litio en Puno, la cual ha provocado el rechazo de la población en medio de las protestas contra Boluarte.