Jordi Bertomeu, designado por el Papa Francisco para investigar los abusos cometidos del Sodalicio y ejecutar su disolución, reveló que se eliminarán cinco organizaciones más fundadas por el pederasta Luis Fernando Figari.

Este fin de semana, Jordi Bertomeu, sacerdote español enviado por el Vaticano al Perú para encargarse de la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), ofreció una misa en la que habló sobre las víctimas del SVC, el futuro apostólico de los fieles, los sacerdotes y la eliminación de otras cinco organizaciones de la ‘familia sodálite’ creada por Luis Figari

“El 20 de diciembre de 2024, el Papa me llamó a su despacho en el Vaticano para pedirme, después de una misión especial, muy difícil y complicada, que recogiera los hechos y escuchara a las víctimas”, señaló Bertomeu.

No solo el Sodalicio será suprimido, sino también el Movimiento de Vida Cristiana (MVC), Siervas del Plan de Dios, Asociación de María Inmaculada, Fraternidad Mariana de la Reconciliación y la Hermandad de Nuestra Señora de la Reconciliación. Todas estas fueron fundadas por Luis Figari, denunciado por pederastia y otras formas de violencia a menores de edad miembros de la Iglesia. 

“El Santo Padre me pidió que lo acompañara en este proceso del Sodalicio y de todo lo que fundó Figari, porque ha llegado a la conclusión, después de un largo discernimiento, de que no había carisma inicial”, informó Bertomeu. 

Recordemos que el Sodalicio llegó a su fin tras más de 50 años de su fundación, debido a la orden del Papa Francisco debido a las múltiples denuncias de violencia sexual a menores de edad por miembros de la Iglesia. 

José Enrique Escardó, sobreviviente de los abusos del Sodalicio, fue el primero en denunciarlo y llegar a tener una audiencia con el Papa, quien ofreció disculpas por lo ocurrido y ordenó la disolución del SVC. Además, le dijo que se sentía asqueado y triste por lo que Escardó y otros niños y adolescentes habían pasado. “Lo que pidas, lo firmaré, no tengas miedo”, manifiesta Escardó que el Papa le dijo como una especie de reparación simbólica. 

El fundador de la “Red de sobrevivientes de abuso eclesial contra niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables” sigue siendo escéptico por la aceptación por parte del Sodalicio ante la orden de disolución. Teme que con el próximo Papa puedan pedir su restitución. 

“La estrategia del Sodalicio es esta. Hagamos la finta de que nos allanamos a la supresión y que aceptamos el comisariato de Bertomeu. Así, las autoridades del Vaticano nos ven como fieles y leales. Como al papa Francisco no le queda mucho tiempo, cuando ya no esté nos presentamos ante el próximo, que verá la actitud que tuvimos. Así será más fácil convencerlo de que nos restituya”, sostuvo en su cuenta de X.

Agregó que sigue recibiendo amenazas por parte de miembros del ex miembros del Sodalicio, como Alejandro Bermúdez, quien fue expulsado por el mismo Papa Francisco. 

No me han callado en 25 años y no me van a callar ahora. Mi deber es transformar lo que me pasó en acciones que permitan que a otros no les pase. Y para eso seguiré luchando el resto de mi vida. (…) No voy a parar, eso no tiene nada que ver con odio ni perdón, tiene que ver con detener uno de los crímenes más terribles de la humanidad. (…) No hay tregua en esta lucha y quiero que no les pase a otros chicos porque nadie está libre de sufrir lo que yo y miles más sufrimos”, apuntó.