Un informe de la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu) revela que en los últimos años las universidades duplicaron sus publicaciones científicas, pero la oferta educativa sigue concentrada en Lima y Callao, a la par que persisten brechas de género.
Lucero Ascarza
Avances y retos en la reforma universitaria. Este miércoles la Sunedu presentó el II Informe Bienal sobre la Realidad Universitaria en el Perú, que analiza los cambios ocurridos en el sistema universitario.
Uno de los aspectos más positivos está vinculado a la investigación universitaria: de 2010 a 2017 se duplicaron las publicaciones científicas, según la base de datos Web of Science. Además, universidades licenciadas, sobre todo las privadas, mejoraron la calidad de su plana docente. En comparación con 2010, estos centros de estudio cuentan con más docentes a tiempo completo y docentes con posgrado.
Pero el sistema de educación universitaria aún mantiene deficiencias. El informe de Sunedu identificó que la oferta universitaria y la producción científica están concentradas en Lima Metropolitana y Callao. Además, que la situación de la educación en regiones amazónicas es precaria debido a tasas altas de interrupción de los estudios universitarios y recursos mínimos para el desarrollo de investigación.
Brechas sociales y de género
Como parte del análisis realizado por la Sunedu, se encontró que los jóvenes con hogares que pertenecen al quintil de menor gasto, tienen 28% menos probabilidades de acceder a la universidad en comparación con los del quintil superior. A ello se suma que para los jóvenes con padres sin estudios superiores, las probabilidades de acceso a la universidad se reducen en 16%.
El informe también indica que las oportunidades laborales de los egresados universitarios varían según la región donde habitan y las características de sus centros de estudios y de sus programas educativos.
Sunedu también identificó casos extremos de disparidad de género en ciertas carreras. Por ejemplo, en las especialidades de las áreas de Ingeniería y Tecnología, los hombres representan el 73%. Lo inverso ocurre en el área de Ciencias Médicas y de la Salud, donde las mujeres predominan con una presencia del 71%.
A ello se suma que, de acuerdo a cifras de 2018, las egresadas universitarias de 21 a 35 años presentan tasas más altas de desempleo que sus pares hombres. El salario que reciben también es, en promedio, 22.1% menor que el de los hombres egresados. Esas brechas de género también se reflejan en el gobierno universitario pues en 2019 solo 23.8% de los puestos directivos en universidades fueron ocupados por mujeres.