Los cuatro testigos del juicio a Michael Urtecho por los delitos de concusión y enriquecimiento ilícito ratificaron que el ex congresista y ex líder de la iglesia evangélica Agua Viva, investigada por lavado de activos, les obligó a entregarle un porcentaje de su remuneración mensual mientras trabajaban para el Estado.

José Alberto Vásquez, Jane Cosar Camacho, Estela Bocanegra Ayala y Glady Flores confirmaron los hechos de la denuncia durante la audiencia al ex parlamentario de Solidaridad Nacional ante la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia.

«Urtecho me llamó para trabajar en el Congreso. Me dijo: ‘El sueldo es de 9 mil soles pero 4 mil son míos’. Lamentablemente tuve que aceptar», dijo Vásquez.

José Vásquez indicó que la esposa de Urtecho, Claudia González, era la encargada de «tocar la puerta» de los trabajadores para que cedan parte de su sueldo.

Cosar contó que luego de trabajar en el Congreso, Urtecho le pidió postular a la terna para elegir al presidente del Conadis, en la gestión de Alan García. Cosar aceptó y alcanzó la jefatura de esa institución, pero solo estuvo por 4 meses. Cuando asumió el puesto, el excongresista la llamó para que realice un aporte al entonces partido del gobierno. Jane Cosar se negó y poco tiempo después dejó de trabajar en Conadis.

Urtecho es acusado también de haberse adueñado de donaciones que recibía una ONG ‘Por los discapacitados del Perú’, organización que dirigía su esposa,  de adueñarse de los sueldos de sus trabajadores.