La crisis laboral generada en la pandemia afectó a la mayoría de personas, pero más a las mujeres. Según el Foro Económico Mundial, Perú se ubica en el puesto 129 de 152 países con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres. Además, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), detalla que el sur del país es la región con mayor brecha de ingresos económicos entre mujeres y varones.

De acuerdo a la ENAHO, el número de mujeres trabajadoras disminuyó a 12.4% en 2020, a diferencia de los hombres que solo vieron afectados sus empleos en un 6.2%. En 2019, las mujeres solo ganaban S/0.66 por cada S/ 1 que percibían los hombres, con la llegada de la pandemia, estas diferencias se agudizaron más. 

Arequipa y Moquegua son los territorios que presentan mayores índices de desigualdad salarial. En estos departamentos, las mujeres perciben, respectivamente, 26.2% menos que los hombres y le sigue Cusco con 25.9%.  Puno con una brecha salarial de 25.7%. En contraposición, Apurímac, Tacna y Puno son los departamentos con menor desigualdad salarial, según el Índice de Competitividad Regional – INCORE 2021. 

Para el Instituto Peruano de Economía (IPE) estas diferencias en las remuneraciones se deben a que las mujeres suelen tener menor acceso a educación, por lo que terminan trabajando en sectores laborales más precarizados. Sin embargo ,detalla que las brechas se mantienen incluso si las mujeres logran culminar sus estudios académicos y consiguen mejores puestos de trabajo. 

Además, el Índice Global de Brecha de Género 2021 elaborado por el Foro Económico Mundial señala que la diferencia de ingresos también puede deberse a que la mayor proporción de trabajadoras peruanas está contratada a tiempo parcial (43%), en comparación con los hombres (26%).

La Organización Internacional del Trabajo advierte que la carga familiar, asumida mayoritariamente por las mujeres, es uno de los factores determinantes para que ellas no puedan acceder a empleos de tiempo completo y mejor remunerados, por lo que recomienda implementar políticas orientadas al reparto equitativo de tareas domésticas y fomentar mejores condiciones laborales para las mujeres.