Hola, hermanos y hermanas.

La peruanidad debe de ser el resultado de identidad en que todos nos sintamos parte de él. Sin embargo, la peruanidad viene siendo el resultado un mestizaje que ampliamente venimos asumiendo desde hace más de cinco siglos. Por otro lado, para llegar a este fin, aún tenemos muchas dificultades ya que se han materializado diferencias de índole social, cultural y política, y por lo cual, lamentablemente las brechas existentes, son muy marcadas.

Sin embargo, de vez en cuando surgen contextos y eventualidades en donde los discursos de unidad peruana saltan a relucir, lo es en fiestas patrias, o como ejemplo el contexto por el cual transcurren nuestros días en donde millones de peruanos expusieron sus emociones a fin de alentar a la selección peruana de futbol en su participación en un mundial luego de tanto tiempo.

Es interesante como ese evento deportivo puede llevar a aglutinar el sentimiento de peruanidad en base al respaldo a un equipo de once jugadores y su equipo técnico, sin embargo, la línea entre el ánimo y el desaliento es tan delgada, que, para la continuidad de esa fiebre o su terminación, dependerá mucho del esfuerzo de esas once y unas cuantas personas más en campo deportivo. Una vez acabado este evento, la gente en su día a día seguirá actuando en base a sus necesidades y emotividades individuales. No se niega el potencial que tienen los eventos deportivos para la expresión de un sentimiento de peruanidad pero el problema es ello, que solo opera dentro de ese universo en el del “sentimiento”.

Por otro lado entonces surge la necesidad de buscar dentro de nuestro universo diverso, algunos ingredientes que nos lleven a afianzar en amplia medida una construcción de nación, de lo que significa ser peruanos,  y de cómo ello se puede ver materializado en nuestro día a día y trascender más allá de la esfera emocional. En base a la necesidad de construir una identidad de peruanidad considero que el quechua, su habla, enseñanza y difusión, puede ser el ancla que integre a diversos sectores de la sociedad peruana y aportar para superar muchas de las brechas de desigualdad social, discriminación, marginación, olvido, que son retos palpables dentro de nuestra cotidianidad.

Esta ventana no es sino el inicio de un espacio en el cual abordaremos diversas temáticas sobre el quechua, la cultura andina, su trascendencia, y de cómo la modernidad con su proceso de migración y centralización que han traído estragos para olvidar nuestras raíces y abrir estas brechas, pueden ser revertidas a bien. Hoy por hoy la tecnología y la difusión masificada de la información se convierten en herramientas muy prácticas para aportar a construir esa idea de la peruanidad.  Y qué mejor que hacerlo también desde nuestra misma lengua.

Queda claro que el quechua y el amplio universo que lo rodea no es el único camino a fin que planteamos, pero es un camino valido y en el cual están de alguna forma relacionados millones de peruanos, por no decir a todos o a la mayoría de nuestros compatriotas. Por ello su importancia. Bajo esta óptica, resultan muy acogedor las diversas iniciativas individuales y colectivas, que se vienen implementando para lograr la revaloración del quechua y la cultura andina, y es necesario tener espacio que den cuenta de ello. Según las estimaciones del censo 2007 del Inei se da cuenta que los quechuahablantes en la actualidad nos encontramos en su mayoría en los espacios urbanos, siendo Lima la ciudad representativa con más de 500 mil quechuahabalantes; lejos de sentir nostalgia, esta es una enorme oportunidad para integrarnos como peruanos.

“Nos fuimos, para allá y nos separamos, pero cuando abrimos los ojos nos dimos cuenta que estábamos aquí, entonces, ¿Por qué no juntarnos?”

Hasta volvernos a encontrar hermanos y hermanas.