A pocos meses de terminar su gestión, Marco Gasco, alcalde de Chiclayo, anunció la ejecución de una obra de mejoramiento de vías peatonales en el centro de la ciudad. Activistas y vecinos denuncian que el proyecto implicaría la tala de 42 árboles y la afectación de zonas de descanso de aves estacionarias y migratorias.
Redacción Lambayeque
Perjudicial para el medioambiente. La Municipalidad Provincial de Chiclayo anunció una nueva obra que consiste en la renovación de las veredas de la histórica avenida Balta en el centro de la ciudad. El expediente con Código de Infobras Nº 156589, detalla que para la viabilidad del proyecto se tendrán que retirar varios árboles de los 87 que se registran en la zona.
La obra abarca alrededor de 12 cuadras, desde la avenida Pedro Ruiz hasta la avenida Garcilazo de la Vega, ambas transversal a la avenida Balta. Ciudadanos y activistas ambientales cuestionan la obra y la califican de atentado ambiental. Además, denuncian que serían 42 los árboles que se talarían.
La arquitecta chiclayana Manuela Ñiquen Liza señala que los gerentes encargados de realizar el expediente técnico no tuvieron en cuenta que todo proyecto de intervención en espacios públicos, debe ser informado a la ciudadanía. También critica las imprecisiones que existen en el documento.
“En el expediente técnico señalan que los árboles que van a retirar, son aquellos que han cumplido su ciclo de vida, pero no adjunta evidencia de cómo han llegado a esa conclusión. También indican una lista de 3 especies de árboles que se plantarán en reemplazo de los talados, pero no especifican la altura que tendrán, esto es importante porque los árboles actuales son de gran altura’’ , explica Ñiquen.
Además, en febrero de 2022, la subgerenta de parques y jardines de la Municipalidad de Chiclayo, Gladys Fenco Escajadillo, remitió un informe de inviabilidad de la obra. Fenco argumenta que la eliminación de jardineras tampoco sería factible; porque, para retirar, excavar o trasladar los árboles, se necesita asistencia técnica especializada. Este proceso sería traumático para los árboles, lo que implicaría su muerte a corto plazo, según la subgerente.
Asimismo, Gladys Fenco, hace mención a la Ley Nº 26664, la cual declara las áreas verdes metropolitanas como un sistema recreacional y de reserva ambiental con carácter de intangibles, inalienables e imprescriptibles.
Wayka intentó comunicarse con el gerente de Medio Ambiente, Marco Alvites, y con el gerente de Infraestructura, Raúl Olano, para obtener sus descargos, sin embargo, no obtuvimos respuesta alguna.
RESPUESTA CIUDADANA
Un grupo de ciudadanos chiclayanos, liderados por la activista y comunicadora social, Evelyn Guerrero, se autoconvocaron en la pérgola del parque principal de Chiclayo para exigir que la municipalidad determine otras medidas y evite la tala de árboles. Guerrero también asegura que el Gerente de Ambiente del municipio le confirmó la remoción de 33 árboles que cumplieron su ciclo de vida.
Ellos critican que el expediente técnico solo considere impactos negativos de suelo y aire por los escombros, sin tomar en cuenta que son zonas de descanso y crianza para cientos de aves estacionarias y migratorias.
“Esta obra además de talar árboles va a perjudicar todo un ecosistema, porque en esos árboles viven miles de aves. Increíblemente dentro del plan ambiental, no contemplan las aves, es más dicen que no hay aves, porque es una zona poblada. El municipio tampoco está considerando que los árboles nos dan sombra, y mitigan el calor», señaló la activista a Wayka.
Para Guerrero, la ejecución de esta obra es una forma de «limpiar» la imagen de la cuestionada gestión municipal. ‘‘Gasco está a nada de irse y desean dejar algo visible. Como no lograron hacer ninguna obra emblemática, quieren dañar una de las avenidas principales de nuestra ciudad’’, expresa.
PRÁCTICA RECURRENTE
No es la primera vez que se denuncian daños al medioambiente. En el año 2012, la intención de las autoridades era talar 20 árboles del turístico Paseo Las Musas. Las protestas ciudadanas de vecinos impidieron que esto suceda.
Para el año 2017, con el argumento de que los árboles estaban dañando las veredas, la gestión municipal de ese entonces, ordenó talar todos los árboles de la avenida Salaverry, calle que se usa como conexión para ir al balneario de Pimentel. La medida fue inmediata y la movilización ciudadana no pudo evitarlo.
El atentado ambiental más reciente, se ejecutó en febrero de este año, pues a causa de la poda de árboles en las avenidas Garcilaso de la Vega y Santa Victoria, se hirió a 7 garzas huaco, las mismas que fueron rescatadas por la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (Atffs).
Esta semana la gestión municipal de Marco Gasco estuvo en la mira de críticas por obtener compactadoras de basura en mal estado y la contaminación de aguas residuales en seis calles de la urbanización Santa Victoria, a causa de las obras de mejoramientos de pistas y veredas. Los residentes de la zona llegaron a protestar hasta el municipio.
