Carolina, una escritora negra en las favelas de Brasil, por Jesús Cossio

Nuestro columnista nos reseña un cómic biográfico que retrata la vida de Carolina María de Jesús, poeta y cronista brasileña, publicada por la editorial Contracultura. El tono general del libro es agridulce, con excelentes dibujos y un guion que además reflexiona sobre la discriminación y el clasismo.

Sirlene Barbosa y Joao Pinheiro
Editorial Contracultura, 2021

Otro cómic brasileño que la editorial Contracultura ha tenido a bien traducir y publicar localmente nos permite conocer más sobre el ambiente del cómic en ese país. En este caso, la pareja de autores formada por Barbosa y Pinheiro ha reconstruido la vida de Carolina María de Jesús, una mujer negra habitante de las favelas de Sao Paulo, que sobrelleva una vida de pobreza junto a sus tres hijos, recolectando desperdicios y leyendo los libros, revistas y diarios que encuentra entre ellos. Esto la motiva a escribir algunas anotaciones y poemas acerca de lo que ve en su barrio de Canínde en las calles de Sao Paulo que recorre, mientras busca ganarse el sustento con sus reflexiones y sentimientos sobre esa cotidianidad.



En la primera parte de este cómic biográfico se muestra un buen reflejo de la dureza de la vida en la favela, tanto con sus penurias y carencias como con los momentos de alivio (los juegos infantiles, tener comida ese día). Asimismo, presenta cómo la miseria afecta al entorno de Carolina: el alcoholismo y las agresiones domésticas son frecuentes. Esto se muestra sin ánimo de hacer porno-miseria, sino para establecer el grado de aguante que tuvo la protagonista para que no se marchiten sus ganas de aprender y expresarse. Afortunadamente, un periodista que va a hacer un reportaje sobre la vida en la favela descubre que Carolina escribe y la presenta a los lectores en su periódico; algo que cambiará la vida de Carolina tras ser publicada. Volverse una celebridad literaria y acceder a algunas mejoras en su vida y la de su familia.



La última parte del cómic narra la vida de Carolina cuando ya no es una “novedad” para el statu quo cultural y cómo su fama se convierte en olvido. El tono general del libro es agridulce, con excelentes dibujos y un guion que además reflexiona sobre la discriminación y el clasismo, las oportunidades a la que accede la gente pobre, del pueblo, tanto para alcanzar una buena educación como en lograr transmitir sus vivencias a través de la literatura. Muy meritorio es la manera como Barbosa y Pinheiro plasman las escenas de barrio y calle: no son un fondo solamente, sino el sustento para entender la sensibilidad y visión de Carolina. La adaptación histórica (el cómic transcurre principalmente en la décadas de 1960) visualmente funciona muy bien y es otro mérito de este libro. 

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