Víctor Quijada Tacuri tiene una denuncia por acoso y otra por chantajear a una joven de 18 años con publicar un video íntimo grabado sin su consentimiento. Además, exalumnas del colegio Trilce Los Olivos lo acusan de haberlas acosado cuando ellas tenían 15 años y él 33.
Por Graciela Tiburcio Loayza
El postulante al Congreso con el número 13 por el Partido Nacionalista, Víctor Quijada Tacuri (35) se presenta como especialista en política, derecho penal y contrataciones del Estado. Pero es menos conocido por haber sido denunciado por presunta violencia contra la mujer, chantaje a jóvenes y acoso sexual en agravio de escolares.
Wayka accedió a los antecedentes policiales del abogado Víctor Quijada y encontró una denuncia de acoso que fue interpuesta por una joven de 19 años, el 26 de septiembre de 2020, en la comisaría de Huaycán de Ate Vitarte.
Según el testimonio de la denunciante -cuya identidad mantenemos en reserva-, Quijada la hostigó y amenazó por las redes sociales de Facebook, WhatsApp e Instagram con “insultos y palabras soeces”.
Wayka también encontró una segunda denuncia fechada en 2017. La agraviada es una joven de 18 años que, según el parte policial al que se tuvo acceso, detalla que Víctor Quijada Tacuri la amenazaba con publicar un video íntimo, filmado sin su consentimiento. En ese entonces, él tenía 32 años.
En la denuncia, la joven consigna el número de WhatsApp desde donde recibía las amenazas. Llamamos a ese teléfono y nos contestó el propio Víctor Quijada. Estas dos jóvenes no serían las únicas afectadas.
Otras cinco jóvenes lo acusan de haberlas acosado por redes sociales en 2018, cuando ellas tenían entre 15 y 16 años, mientras que él 33. Wayka comparte sus testimonios y los mensajes que señalan haber recibido por parte del candidato al Congreso por el partido del expresidente Ollanta Humala.
Pese a los testimonios y evidencias presentadas por las víctimas, Quijada negó los hechos y amenazó con denunciar a Wayka si publicaba la información de interés público.
Las estudiantes
Laura, Beatriz, Norma, Diana y Ana (*) eran alumnas del Colegio Trilce, en Los Olivos, en 2018. Según relataron a Wayka, Víctor Quijada Tacuri comenzó a escribirles insistentemente por Facebook e Instagram entre junio y noviembre de ese año. Según los testimonios de las jóvenes, ellas no conocían a Quijada en persona.
“Sabíamos de él porque estaba en una relación con una de nuestras compañeras de colegio. Incluso nos llegamos a quejar por sus mensajes con la coordinadora y la directora, pero nos dijeron que no se podía hacer nada porque la relación con la otra chica era consentida por sus padres”, comentó Beatriz.
La madre de Norma, a quien llamaremos Sonia (*), aseguró que los papás y mamás de las cinco alumnas afectadas fueron citados por el colegio cuando sus hijas se quejaron de los mensajes que estaban recibiendo. Pero, tras la reunión con la exdirectora Rosana Manrique no fueron informados sobre ninguna acción tomada por la institución. Todo quedó en el olvido.
Al no ser atendidos los reclamos de los padres y las alumnas, las adolescentes no volvieron hablar sobre lo sucedido y callaron ante la indiferencia. “Nunca quise denunciarlo porque creí que iba a ser inútil hacerlo. Si mi colegio me dio la espalda, imaginé que la policía también lo haría”, manifestó Diana.
Wayka llamó reiteradas veces a la coordinadora académica de Trilce de Los Olivos, Elissa Ferrer, quien se encargó de atender los reclamos de las alumnas en ese entonces, pero no obtuvimos respuesta. También enviamos correos a la actual directora del colegio, Mónica Reyes, y a la central de atenciones de la institución. Hasta la fecha solo obtuvimos silencio.
Los mensajes
En las conversaciones, se lee cómo a las adolescentes se les ofrecía dinero, marihuana y alcohol, a cambio de encuentros presenciales.
“Me llamaba ‘bebé’ y ‘amor’. Eso me incomodaba y decidí ya no responderle. Luego me propuso conocernos en persona. Me mandaba su dirección y me trataba de convencer diciéndome que, si nos veíamos, él iba a pagar las deudas que mis padres tuvieran o me compraría cualquier cosa que yo le pidiera”, narró Diana a Wayka.
“Eres bien linda. ¿Salimos? ¿Vienes a mi oficina? Tengo trago y marihuana, ¿te animas? Estar con un hombre mayor es mejor porque tenemos plata. Tenemos experiencia, sabemos tratar mejor a una mujer. No debes perder tu tiempo con chibolos”, se lee en los chats a los que tuvo acceso Wayka.
En un video se ven mensajes similares enviados desde el Instagram ‘victorquijada35’, cuenta que Víctor Quijada usa activamente para promocionar su campaña al Congreso. Incluso, en uno de los videos publicados en su cuenta oficial habla sobre la discriminación y violencia contra la mujer.
Los mensajes fueron enviados a Norma y en ellos se lee: “Este año cumplí 33. Tú tienes 16, ¿no? Estar con alguien mayor tiene muchas ventajas. Manejamos más recursos económicos, respetamos más a la mujer, hacemos mejor el amor, tenemos más experiencia en todo”.
Todas las conversaciones entabladas con las escolares van en la misma línea: presentación de títulos universitarios, insistencia para un encuentro presencial, ofrecimiento de dinero e insinuaciones de que las adolescentes parecen tener más de 20 años. Además, las jóvenes aseguran que se les ofrecía “contactos” para estudiar en la universidad.
“Me preguntaba qué tal me iba en los estudios y cuáles eran mis planes a futuro. Me dijo que era profesor en dos universidades privadas y afirmaba que conocía mucho del tema relacionado a carreras universitarias, vida laboral, que tenía contactos”, cuenta Ana.
Ana narró a Wayka que luego de unas semanas sin responderle, “empezó a ofrecerme dinero para que nos veamos, me insistía cuando le decía que no y continuaba ofreciéndome dinero y cubrir mis gastos o lo que necesitara. Me sentía muy incómoda, llegó a enviarme su dirección sin yo pedírsela y además a ofrecerme alcohol y drogas”, dijo.
Peligro en línea
En la era tecnológica, la violencia contra las mujeres también se traslada al espectro digital.
Específicamente, el grooming es la modalidad que encaja con los testimonios de las cinco exalumnas del colegio Trilce. Además del delito de acoso que está tipificado desde 2018 y tiene como sanción hasta 8 años de cárcel cuando la víctima tiene entre 14 y 18 años.
Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables este tipo de violencia consiste en las prácticas realizadas a través de Internet por personas adultas para ganarse la confianza de una persona menor de edad fingiendo empatía, cariño, etc., con fines de satisfacción sexual. Solo entre enero y agosto de 2020, el MIMP registró 916 casos de acoso virtual.
Facebook, WhatsApp e Instagram son las redes sociales preferidas por los acosadores para captar a sus víctimas. Según los registros del MIMP, el 65% de agresores son hombres y el 88% de víctimas son mujeres. De ese total, el 8% de las agraviadas son menores de edad. Pero el número podría aumentar, ya que la mayoría de estos casos no se denuncian.
Para la abogada especialista en violencia de género, Victoria Solís, estos delitos no serían los únicos que encajan con los testimonios de las estudiantes. El colegio también estuvo en falta al no atender las quejas presentadas por las alumnas. La Ley 30364, establece las obligaciones de las instituciones educativas en este tipo de situaciones.
El artículo 15 de la mencionada normativa señala que “los profesionales de la salud y educación deben denunciar los casos de violencia contra la mujer o los integrantes del grupo familiar que conozcan en el desempeño de su actividad”.
Por su parte, Mariel Távara, psicóloga experta en casos de violencia sexual a niñas, niños y adolescentes, comentó a Wayka que los adultos que se aproximan o acosan a las adolescentes son conscientes que pueden ejercer control sobre ellas.
“Al mencionar que estar con un adulto es mejor y referirse a los adolescentes como ‘chibolos’, también les está diciendo eso a ellas. Sabe que es más grande y que puede manipularlas para conseguir lo que desea. Los hombres adultos con este perfil aprovechan eso para aproximarse a las adolescentes”, apunta Távara.
Los descargos
Wayka se comunicó con Víctor Quijada Tacuri para obtener sus descargos. Lo llamamos al número de teléfono consignado en la denuncia del 2017. Le preguntamos si en esos años había entablado una relación sentimental con una menor de edad; pero, solo nos dijo que no tenía la obligación de hablar sobre su vida privada.
Al consultarle sobre los testimonios de acoso en su contra, negó haber escrito mensajes a menores de edad. Volvimos a insistir sobre si había tenido alguna relación con una adolescente, no lo negó expresamente, solo enfatizó que no tenía que dar información sobre su vida.
Respecto a las denuncias policiales de 2017 y 2020, señaló que no tenía conocimiento sobre las mismas pues no había sido notificado. Veinte minutos después de conversar con él, nos llamó para agregar que él no manejaba sus redes sociales. Además, resaltó que entablar una relación con adolescentes mayores de 14 años no era delito.
El mismo argumento se lee en uno de los chats que las jóvenes recibieron: “Penado es cuando eres menor de 14 y te tiras a una contra su voluntad. Si solitas entran, es normal. Mi ex tenía 16 y estuve con ella desde los 15”.
Información de servicio público
El acoso por redes sociales puede denunciarse en el portal http://www.noalacosovirtual.pe/formulario/registro-alerta.php del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
ACTUALIZACIÓN
(25/02/2020 3:24 pm) Luego de ser publicado este reportaje, exalumnas del colegio Trilce están denuncian que Víctor Quijada está acosando por redes sociales a una de sus compañeras acusándola de ser la autora de uno de los testimonios presentados en este caso. El candidato al congreso está intentado conseguir su número de teléfono y escribiendo a sus amistades y familiares para amenazarla con denunciarla.
(26/02/2021 6:00 pm) Tras la denuncia publicada por Wayka y luego que se revelaran más audios y conversaciones que vinculan a Quijada con acoso a jóvenes y menores de edad, el Partido Nacionalista ha decido separarlo del partido político y exige al abogado renunciar a su candidatura al Congreso.
