Durante su discurso para obtener el voto de confianza, el premier Walter Matos prometió que, a inicios de octubre, estará implementado el Registro Nacional de Personas Desaparecidas. Un sistema necesario para la búsqueda efectiva de miles de mujeres y niñas que a diario son reportadas como desaparecidas.

Esta nota forma parte del especial #NoOlvidenSusNombres de Wayka.pe

Graciela Tiburcio Loayza

‘Nadia’ tiene 12 años. Vive con su madre en San Juan de Miraflores. Fue reportada como desaparecida el 20 de mayo. La encontraron la madrugada del día siguiente. Segundo Rivera Cruz (22) la tenía retenida en su casa ubicada en el asentamiento humano Nuevo Paraíso de Villa El Salvador. Abusó sexualmente de ella en dos ocasiones esa noche.

La menor forma parte de las 606 niñas reportadas como desaparecidas durante la cuarentena. Del 16 de marzo al 30 de junio, la Policía Nacional emitió en total 915 notas de alerta sobre mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas. No se sabe exactamente cuántas de ellas son buscadas por las autoridades y cuántas han sido encontradas y en qué condiciones.

En el caso de ‘Nadia’, quien ahora está de regreso en su hogar, su agresor cumple prisión preventiva de nueves meses. Sin embargo, la nota de alerta emitida sobre su desaparición continúa en el portal teestamosbuscando.pe del Ministerio del Interior. Es decir, que para el Estado ella figura como si no hubiera sido encontrada. 

El mencionado portal nació con la promulgación de la Ley N° 29685 en 2011. Actualmente, es el único que registra las alertas por desaparición. Sin embargo, no cumple con las especificaciones necesarias para saber el estado de los reportes, ni reemplaza al Registro Nacional de Personas Desaparecidas que debió crearse hace 17 años. 

El portal de Mininter es el único que registra las notas de alerta, pero está desactualizado

Solo es una web donde año tras año, se acumulan las alertas. A ciencia cierta no se sabe cuántas mujeres y niñas continúan desaparecidas. Wayka llamó a 14 familias que habían reportado a sus hijas como desaparecidas y cuyas notas de alerta aún figuran en el portal del Mininter. De todas ellas, nueve ya habían sido encontradas por los mismos parientes.

En algunos casos, los familiares que hicieron los reportes desconocen cómo retirarlos, al igual que los efectivos policiales en las comisarías. Una madre de familia en Piura intentó borrar la nota de alerta del portal, asistiendo con su menor hija a la comisaría, pero no le dieron razón y la enviaron a otra dependencia.

Intentamos comunicarnos con la Central de Desaparecidas de la Policía para saber cuántas mujeres reportadas como desaparecidas fueron encontradas, pero no obtuvimos respuesta.

Otra forma de violencia contra la mujer

La falta de un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas no solo dificulta saber el número real de personas en esta situación, sino también conocer las posibles causas que la originaron. En el caso de las mujeres, muchas veces el reporte por desaparición encubre historias de violencia: como el feminicidio.

Los casos de Solsiret Rodríguez Aybar y Allison Olivos Ruiz, desaparecidas en agosto de 2016 y julio de 2020, respectivamente, son historias que evidencian cómo la desaparición de las mujeres se entrelaza con la violencia de género. Ambas fueron encontradas muertas. Solsiret en febrero de este año y Allison a finales del pasado julio.

No son casos aislados. La Defensoría del Pueblo reveló que de las 166 mujeres víctimas de feminicidio el año pasado, 16 de ellas habían sido previamente reportadas como desaparecidas ante la Policía. Es decir, 1 de cada 10 mujeres desaparecidas es encontrada muerta.

“La desaparición de mujeres está vinculada a otras formas de violencia. Algunas son encontradas muertas y, a veces, el mismo victimario reporta la desaparición fingiendo preocupación. Muchas niñas son captadas por redes de explotación sexual o huyen de hogares violentos”, comenta Eliana Revollar, adjunta de los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo en conversación con Wayka.

Debido a esto, Revollar afirma que es necesario analizar el contexto de la desaparición. Solo así, se podrán desplegar criterios de búsqueda adecuados para los casos con antecedentes de violencia y ubicar a las víctimas en el menor tiempo posible, para evitar desenlaces fatales como los de Solsiret y Allison.

Búsqueda a ciegas

El Estado tiene una deuda pendiente desde hace 17 años con las familias que aún buscan sin cansancio a sus seres queridos: implementar el registro único de personas desaparecidas. Sin este sistema, las familias y las autoridades se enfrentan a un escenario cuya situación real es desconocida.

“Es necesario que ese registro y el sistema nacional de búsqueda se implementen. Solo así se sabría cuántas de estas mujeres desaparecidas han sido víctimas también de otras formas de violencia, es necesario unir esa información para saber a qué nos estamos enfrentando”, agrega la representante de la Defensoría del Pueblo.

Revollar también resalta que este registro es un mecanismo que permitirá identificar qué políticas preventivas ejecutar para prevenir situaciones de violencia que puedan estar encubiertas por las desapariciones. “Con eso sabremos qué acciones tomar y ver dónde el tema es álgido”, señala. 

La primera semana de octubre de este año es la fecha prometida por el Gobierno para tener operativo este sistema de registro y búsqueda. Mientras tanto, cada tres horas seguirá siendo reportada una niña o mujer como desaparecida. Hasta que el Estado cumpla su palabra, serán las propias familias quienes continuarán buscando a ciegas.