Redacción Wayka

Un informe recientemente publicado por el Instituto Nacional de Salud (INS) es tajante frente al uso dióxido de cloro para tratar el COVID – 19 o cualquier otra enfermedad: “No se ha demostrado evidencia científica sobre su eficacia y seguridad, por el contrario, diversas agencias gubernamentales han advertido que el consumo de esta substancia como un medicamento puede tener serias consecuencias negativas para la salud”.

Desde la Unidad de Análisis y Generación de Evidencias Científicas en Salud Pública del INS, se buscó recopilar la evidencia disponible sobre la eficacia y seguridad del uso del dióxido de cloro para tratar COVID – 19, solo entre los ensayos observacionales y clínicos desarrollados en humanos en fase ll, lll y IV publicados; y se ha dejado fuera los estudios preclínicos in vitro, ensayos aplicados en animales, artículos de opinión y experiencias individuales.

Entre las referencias consultadas para este informe técnico, se encontraron disposiciones y comunicados del sector salud de diferentes países que, como en Perú, no recomiendan su uso y advierten riesgos mortales. En el país, el dióxido de cloro no tiene registro sanitario otorgado por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID).

El documento técnico recoge datos de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), que advierte casos con efectos adversos tras el consumo del dióxido de cloro, como fallo respiratorio, presión sanguínea muy baja y potencialmente mortal, insuficiencia hepática aguda. vómito intenso, diarrea severa y prolongación del trastorno del ritmo cardíaco.

Países sin dióxido de cloro

Incluso desde dos años antes de que se desate la pandemia del COVID – 19, en 2018, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud de Brasil prohibió la fabricación, distribución y comercialización de dióxido de cloro como un “medicamento”, y enfatizó que no existe evidencia que respalde su uso como medicamento para el COVID – 19 ni ninguna otra enfermedad.

Como se recuerda, el pasado 10 de julio de este año, la Indecopi, a través de su Comisión de Protección al Consumidor, ordenó una medida cautelar para el retiro y cese de comercialización y promoción del ‘CDS-Dióxido de Cloro’.

Desde su Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, el gobierno de Ecuador también aconseja no consumirlo porque, como en Perú, no cuenta con registro sanitario que avale su uso; mientras que diversas sociedades científicas de Argentina y Uruguay se pronunciaron sobre los riesgos a la salud de este producto.

Las mismas alertas se han activado en Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Colombia y Chile. En este último país, su Instituto de Salud Pública detectó varias publicaciones sobre falsas curas para el COVID – 19 con dióxido de cloro, mientras que el Ministerio de Salud de Paraguay recomienda no consumirla bajo ninguna de sus diversas denominaciones.