Redacción Wayka

América Latina es la única región del mundo donde los casos de niñas que han tenido partos por violación están en aumento. Perú no es ajeno a esta problemática, en lo que va del 2020, 733 niñas menores de 14 años, incluidas niñas con menos de 10 años, quedaron embarazadas por violencia sexual, según los registros del Ministerio de Salud (Minsa).

Por ello, siete organizaciones de la sociedad civil de la región latinoamericana expusieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cómo la pandemia ha provocado que esta situación se agrave debido al incremento de la violencia sexual en los hogares, la ausencia de rutas efectivas de denuncia y la falta de acceso servicios de salud sexual y reproductiva.

Los informes de las organizaciones fueron presentados en la audiencia temática llamada «Violencia sexual, embarazos forzados y acceso a servicios de salud en el contexto de la pandemia del COVID-19», que se realizó el pasado 8 de octubre durante el 177° Periodo de Sesiones Virtuales de la CIDH.

Gabriela Oporto, abogada del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos-PROMSEX, resaltó en la audiencia que las autoridades peruanas no implementaron ninguna medida específica para detectar la violencia sexual en los hogares. Además, denunció que, este año, el Minsa entregó 250 Kit de Emergencia para víctimas de violencia sexual, cuando se han registrado más de 700 denuncias por violación.

«La violencia sexual y los embarazos forzados eran comunes antes de la pandemia. Cuando los gobiernos las enviaron a sus casas por su propia seguridad, muchas (niñas y mujeres) se quedaron a merced de sus agresores. Desde que se dictaron medidas de confinamiento en Perú, no hubo claridad de los servicios que salud que quedarían disponibles», argumentó Oporto.

Al respecto, la Comisionada Interamericana de Derechos Humanos de la CIDH, Julissa Mantilla, sostuvo que «los Estados deber ser conscientes de la responsabilidad que tienen en la prevención de la violencia sexual hacia las niñas. Si bien la pandemia no se podía prever, lo que si se podía haber previsto es la violencia sexual».

De la misma forma, la comisionada Margarette May Macaulay, expresó su preocupación por el alto grado de impunidad hacia los agresores sexuales. Mientras que la comisionada Esmeralda Arosemena señaló la necesidad de implementar proyectos de educación sexual integral para prevenir la violencia sexual.

La participación en audiencias temáticas de la CIDH son importantes porque permite que este órgano de justicia regional conozca las problemáticas que afectan a las población en situación vulnerable, como las niñas, para que pueda instar a los Estados integrantes de la Organización de Estados Americanos a implementar y cumplir políticas que respeten los Derechos Humanos.

En esta audiencia temática también participaron la Asociación de Mujeres Axayacatl ‐ Nicaragua (AXAYACATL), Mujeres Transformando el Mundo‐ Guatemala (MTM), el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva ‐ Guatemala (OSAR), el Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos‐ Ecuador (SURKUNA), Centro de Derechos Reproductivos (CRR, por sus siglas en inglés) y Planned Parenthood Global (PPG).