Pese a tener el mayor presupuesto del país, Daniel Ríos afirma que la salud en el distrito donde se extrae el gas de Camisea es precaria. Además, ha pasado más de un año desde que la empresa TGP asumió compromisos con Megantoni por un derrame de gas en la zona pero nada se ha ejecutado aún.
Por Lucero Ascarza
El distrito más rico del Perú se reporta en crisis.
El martes 12 de marzo, funcionarios de Transportadora de Gas del Perú (TGP) se reunieron con representantes de las federaciones del Bajo Urubamba en Nuevo Mundo, Megantoni. Entre ellos, Daniel Ríos, alcalde del distrito, perteneciente a la etnia matsigenka.
La empresa debía presentar fichas técnicas de los proyectos que realizarán en el distrito para compensar por el derrame de gas ocurrido en febrero de 2018.
Presentaron cronogramas y presupuestos, pero los representantes de las comunidades afectadas exigieron que se detalle las acciones en cada uno de sus territorios.
Son 28 las comunidades que conforman el distrito Megantoni, ubicado en la provincia La Convención, Cusco. Y uno de los compromisos que se espera con mayor urgencia está relacionado con la salud de la población.
Una situación crítica
Daniel Ríos, alcalde de Megantoni, denuncia que el distrito lidera los índices de muerte materna, anemia y desnutrición infantil. Precisa que, de acuerdo al médico de Camisea, sería más del 70% de la población aquejada por la desnutrición pero incluso esa cifra podría estar debajo de la realidad.
«En toda cuenca que está en el distrito hay un puesto de salud pero no tiene implementación. Hay desabastecimiento de medicamentos, no hay adecuación de cama para los pacientes», afirma Ríos.
¿Qué sucede cuando una persona se encuentra grave de salud?
«Si hay emergencia médica en la zona, es para morir. Si queremos viajar a Atalaya, donde hay hospital, demora dos días. A la frontera de Ucayali con Cusco, también demora ese tiempo».

No hay ambulancia aérea y el río es la única vía de transporte, lo que hace movilizar a un enfermo difícil pero además, caro. «Una movida para Cusco son 500 soles para un ciudadano, por el combustible, el pasaje y la alimentación. Esa zona geográfica es de muy difícil de acceso».
Frente a la ausencia de servicios estatales, el único apoyo que encuentran es en las empresas que operan en Megantoni para extraer el gas de Camisea: Pluspetrol, TGP, Cálidda, Contugas y Kuntur. Son ellas las que intervienen en ocasiones para transportar a un paciente de gravedad a Lima, Atalaya o Quillabamba.
«Pero no toda la vida vamos a estar esperando a las empresas, lo que queremos nosotros es que el Estado impulse un hospital de contingencia para poder atender a todos los ciudadanos megantonianos», dice el alcalde Daniel Ríos.
El canon y la contradicción
Megantoni se fundó hace dos años y medio. Así, a partir de 2016 pasó a ser el distrito más rico del Perú y este año cuenta con un presupuesto aproximado de S/ 187 millones. Entonces, ¿por qué sus habitantes se declaran en crisis?
«Lo que la ley de canon nos faculta a nosotros para invertir es en construcciones, carretera, menos en sector salud», explica Daniel Ríos.
Efectivamente, la Ley N° 27506, Ley de Canon indica:
«Los recursos que los gobiernos regionales y gobiernos locales reciban por concepto de canon serán utilizados exclusivamente para el financiamiento o cofinanciamiento de proyectos u obras de infraestructura de impacto regional y local».

Según asegura Ríos, eso es lo que los tendría atados de manos. «Carreteras no necesitamos, obviamente es importante, pero fundamentalmente queremos una calidad de vida. Que el Estado promueva una directiva para autorizar que las municipalidades puedan usar el canon 20% o 30% para intervenir en sector salud».
Lo que se espera
En la reunión del miércoles 12 de marzo se decidió que la empresa TGP dedicaría lo que queda del mes, además de abril, para acudir a cada una de las comunidades afectadas de Megantoni. Ese sería el seguimiento exigido para ver, finalmente, los compromisos de TGP en ejecución.
El diálogo está abierto pero el camino ha sido largo. El 7 de marzo, en una primera reunión mediada por la Presidencia del Consejo de Ministros, los funcionarios de TGP pedían que el próximo encuentro se realizara en Quillabamba (distrito Santa Ana), en lugar de Nuevo Mundo (Megantoni).
El motivo que alegaron era contar con un acceso terrestre, que en Nuevo Mundo no existe. Como era de esperarse, la reacción fue negativa. Después de todo, las comunidades más alejadas de Megantoni ya habían sido avisadas de la fecha y lugar. No podían cambiarse los planes sin perjudicarlos.

«A veces los funcionarios aquí en Lima, el funcionario del Ministerio de Economía, ni el mismo presidente, conocen la zona de donde nosotros venimos», lamentó Ríos.
El alcalde de Megantoni tiene muchos planes para su distrito: un hospital, una universidad o instituto tecnológico y la instalación de entidades como Banco de la Nación y Reniec. Pero, por lo pronto, está pendiente de que TGP cumpla sus compromisos y el 26 de abril viajará a Lima una vez más para hacer seguimiento a la empresa.