El Gobierno prepara una serie de medidas para aminorar el incremento de precios. Una de ellas es la exoneración del IGV a los alimentos de primera necesidad, sin embargo, hay voces que sostienen que se trata de una receta que ha fracasado en el pasado.
Redacción Wayka
El incremento de los precios de alimentos de primera necesidad se ha convertido en un problema que ha escalado hasta la protesta. En medio de este escenario, el Gobierno ha decidido implementar ciertas medidas que mitigarían la crisis, es el caso de un proyecto de ley para exonerar, de manera temporal, a los productos alimenticios de primera necesidad del Impuesto General de las Ventas (IGV).
“Hay una medida adicional que estamos aprobando esta semana en Consejo de Ministros que es la exoneración temporal del IGV a los principales productos alimenticios que forman parte de los productos de la canasta básica de consumo sobre todo de los sectores de menores ingresos, estamos exonerando del IGV al pollo, huevo, fideo, harinas y cárnicos, esto será presentado al Congreso para que se apruebe rápidamente”, dijo el ministro de Economía, Óscar Graham, en una conferencia de prensa.
Tras el anuncio, diferentes economistas han venido señalando que la medida se asemeja a la que se tomó durante el gobierno de Alan García en 1985. Y alertan sobre una posible hiperinflación. Para la economista Catherine Eyzaguirre son afirmaciones que carecen de sustento técnico.
Para Eyzaguirre, las voces que plantean escenarios fatalistas son las mismas que anunciaban en julio de 2021 la debacle del tipo de cambio llegando a 6 soles.
«Esta situación no es comparable con la del gobierno de Alan García. La hiperinflación de los 80’s tuvo un marco institucional de la política monetaria en el que el gobierno nacional podía influir en la emisión monetaria. En la actualidad, la política monetaria, que tiene rectoría respecto a las políticas para frenar la inflación, se encuentra bajo responsabilidad del Banco Central de Reserva, institución autónoma» , señala.
Eyzaguirre considera que la medida no es peligrosa, pero recuerda que las exoneraciones tributarias deben ser medidas excepcionales y temporales.
«No es viable, ni sensato que está disminución se mantenga en el tiempo», precisa. Además, sostiene que la limitación que tienen este tipo de medidas es que tardan en llegar al bolsillo de los ciudadanos. «Las familias enfrentan dificultades en el presente y esta medida requerirá una discusión en el Congreso, una vez aprobada, las empresas o comerciantes tardan en trasladar el beneficio tributario en precios más bajos».
Además, es importante recordar que desde finales de los 90’s, decenas de insumos del sector alimentos se encuentran exonerados del pago de impuestos general a las ventas. Este listado se encuentra en el apéndice 1 del texto único de la ley de IGV e ISC (pueden encontrarse fertilizantes, vegetales, carnes rojas, legumbres, etc). Si bien las exoneraciones tributarias deben ser medidas excepcionales, esta en particular ha permitido el acceso a alimentos a bajos precios a las grandes mayorías.