El campo está envejeciendo y tomando rostro de mujer. Jóvenes, y varones principalmente, migran hacia las ciudades como si escaparan de la agricultura, un sector que no les resulta atractivo por las condiciones extremas de trabajo, la pobreza en la que está sumergida y el olvido de parte del Estado. Ahora, con el fenómeno El Niño Global, la agricultura está casi “con la soga en el cuello”.

| Por Kevin Huamani Ochoa

La agricultura y los campesinos pasan por una situación crítica que demandó el pronunciamiento de Dina Boluarte y del presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Desde Nueva York, mientras asistía un periodo más de las sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Boluarte indicó que la responsabilidad de la mala gestión del sector agricultura era del gobierno anterior y no del suyo. Por su parte, el presidente del BCRP Julio Velarde aseguró que la agricultura pasa por el peor escenario de los últimos 26 años.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción de arroz cáscara disminuyó en 76 mil toneladas en comparación con septiembre del año pasado; 9 mil toneladas menos de espárrago a lo producido en julio del 2022; y una reducción en un 14% de la producción de cebolla. Asimismo, Julio Velarde agregó que los cultivos de agroexportación como la uva, mango y arándanos están siendo seriamente afectados por el impacto del fenómeno “El Niño”. Ahora ¿en qué situación se encuentra la agricultura familiar?

La agricultura familiar es un modo de producción donde los miembros de una familia son la principal mano de obra, y realizan labores agropecuarias, acuicultura, apicultura y pesca artesanal. Esta modalidad está presente en el 97% de los 2.2. millones de unidades agropecuarias del país; que son terrenos o conjuntos de ellos utilizados para la agricultura y ganadería independiente de la extensión (hectáreas) y condición jurídica. Tal es su relevancia para la alimentación de la población nacional que alrededor del 80% de los alimentos que se consumen en restaurantes, hogares, comedores y demás son producidos por la agricultura familiar. 

Anaximandro Rojas, presidente de la Convención Nacional del Agro-Conveagro, señala que, del sector agro, la agricultura familiar es la más golpeada y abandonada por las autoridades, pese a ser un sector estratégico. “Pequeños campesinos están siendo embargados, están endeudados y no hay créditos; además han perdido cultivos y capital por el impacto del ciclón Yaku y el fenómeno El Niño Costero”, comentó Rojas.

Con respecto a las políticas de gobierno, durante la presidencia de Pedro Castillo se anunció la Segunda Reforma Agraria, una medida que constaba de 9 ejes: seguridad alimentaria, promoción de organizaciones sociales, infraestructura, educación, industrialización, compra al campesino, ganadería, articulación intergubernamental y crédito; y con una inyección de 1.400 millones de soles. Por su parte, el plan “Con Punche Perú”, lanzado por Dina Boluarte, en su eje de reactivación sectorial, contempla un impulso al sector agricultura de 1.070 millones de soles para inversión en infraestructura de riego, mantenimiento de canales, fortalecer Agroideas, al Servicio Nacional de Seguridad Agraria (Senasa), la Autoridad Nacional del Agua (ANA), entre otras.

Sobre ello, Anaximandro Rojas señala que “El Estado vive del momento. La ejecución del presupuesto es lenta, faltan defensas ribereñas y la descolmatación de ríos tiene que hacerse a tiempo. Hubo muchos ministros en varios gobiernos, ¿cuál es el plan? El Perú es uno de los más afectados por el impacto de El Niño y no hay una política que contrarreste esta situación”.

Además de la baja tecnificación de la agricultura y la falta de proyectos infraestructurales, a nivel poblacional se está dando un fenómeno de feminización y envejecimiento de quien trabaja la tierra. Miguel Pintado, investigador principal del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), sostiene que hay una crisis demográfica de la agricultura que ya se encuentra en curso. Según el especialista, hay una menor cantidad de agricultores menores de 30 años y adultos entre 30 y 45 años; y más bien una mayor cantidad de productores mayores a los 65 años. Todos estos rangos de edad muestran un incremento en la proporción de mujeres. “El envejecimiento de la población es un tema global y viene desde la segunda mitad del siglo pasado”, apunta Miguel Pintado.

El investigador agrega que en la década de los sesenta se graficaba que había un habitante rural por cada habitante urbano, mientras que hoy en día por cada poblador rural hay cuatro urbanos, la residencia de dos de ellos es Lima. “Hay una menor población en el campo debido al veloz proceso de urbanización”, indica Pintado tras hacer un análisis de los dos últimos Censos Nacionales Agrarios de los años 1994 y 2012.

Asimismo, Pintado agrega que las enormes desigualdades en el país generan movimientos en la sociedad. “La agricultura está en la pobreza”, finaliza el especialista. Justo sobre este asunto, Carlos Urrutia y Carolina Trivelli en su libro “Entre la Migración y la Agricultura” sostienen que el sector agropecuario tiene los ingresos económicos más bajos. Además señalan que 8 de cada 10 jóvenes rurales tienen un empleo de mala calidad. Así, ambos postulan que los jóvenes migran fuera del área rural para educarse o conseguir una mejor oportunidad laboral.

Por otro lado, las condiciones climáticas previstas acrecentan los problemas de la agricultura en el país. A nivel internacional, a mitad del mes de septiembre, el Centro de Predicción del Clima de EE.UU aumentó a un 71% las probabilidades de ocurrencia de un fenómeno El Niño fuerte. El informe detalla que en agosto de este año las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron niveles por encima del promedio en el área del Océano Pacífico ecuatorial. En tanto, en Ecuador, el Índice Ecuatoriano del fenómeno El Niño (IEFEN) recomendó emitir una alerta naranja con el objetivo de ejecutar acciones para mitigar y prevenir el impacto de este evento en el país vecino.

Y ¿cómo sería el impacto en la agricultura? Miriam García, analista de agrometeorología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), señala que en el norte del país hay un pronóstico de lluvias sobre lo normal (exceso), mientras que en el sur la proyección es que sea bajo los niveles normales (déficit), en tanto para la Amazonía se espera precipitaciones en el marco de lo normal al noreste y por debajo de lo normal sureste y centro. Además, precisa que para la agricultura, “en el Niño Global hay elevadas temperaturas que afectan a los cultivos”.

García enfatizó en que el fenómeno El Niño 2023-2024 estaría coincidiendo con la etapa de floración de algunos cultivos lo que pondría en peligro su desarrollo, pues a altas temperaturas no hay floración. “Por ejemplo, durante el Niño Costero, las lluvias torrenciales coincidieron con la etapa de floración de los limones, por tanto hubo mucho riego y las flores de los limones se cayeron”, explica la especialista del Senamhi. Con respecto al pronóstico, la institución climatológica proyecta que para el verano de 2024 las magnitudes más probables de El Niño costero son moderada, en un 51%, y fuerte, en un 35%.

Una emergencia de este tipo demanda de una intervención de las autoridades para que a través del Estado se puedan tomar las medidas de prevención, mitigación y apoyo a la población y sectores económicos afectados por el fenómeno. Según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) de julio del 2023, un 82% desaprueba el gobierno de Dina Boluarte y solo un 6% aprueba al Congreso. Además, un 80% respondió que lo mejor sería convocar a elecciones antes del 2026, y más aún, el 49% considera que el régimen político del Perú no es una democracia.

“En provincia no nos vemos representados con la clase política. Hay una convivencia entre el Ejecutivo y el Legislativo, y no atienden a los pueblos. Se ha visto la calidad de gobernantes que no aportan al país. Su preocupación es ver cómo quedarse hasta el 2026”, opina Rojas, presidente de Conveagro sobre la crisis política que atraviesa el país.

Por último, Rojas agrega que la crisis en el campo se va a agudizar y que se necesita un programa para dar semillas a los campesinos, abono, construcción de reservorios e infraestructura. “En la costa hay proyectos de agua, pero en los andes no. Pedimos un Reactiva Agro, se dio a las grandes empresa y ¿por qué no a los agricultores?”, finaliza el representante de Conveagro.

Los pronósticos climáticos están sobre la mesa, los campesinos claman por atención a su sector y fuente de vida, la situación demográfica del campo demanda pensar a la agricultura desde un filtro etáreo y de género, y desde la tecnificación e infraestructura que se necesitan. Mientras tanto, el pasado 19 de septiembre el Poder Ejecutivo emitió un Decreto Supremo para declarar en emergencia por 60 días calendario a 544 distritos de 14 regiones, principalmente zonas agrícolas, “por peligro inminente ante déficit hídrico como consecuencia del posible fenómeno El Niño 2023-2024”. ¿Qué resultados tendrá?