Por Graciela Tiburcio Loayza

En recientes declaraciones, la ministra de salud Zulema Tomás aseguró que las y los adolescentes pueden acudir a los hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) para recibir charlas sobre educación sexual, planificación familiar y acceder de manera gratuita a anticonceptivos y preservativos. Sin embargo, la realidad desmiente a la ministra.

Los diagnósticos regionales sobre los servicios diferenciados para adolescentes -consultorios de atención especializada- realizados por asociación Kallpa y Chirapaq, alertan que estos establecimientos niegan la atención, realizan las consultas en infraestructuras precarias o simplemente no funcionan.

Adolescentes de Cusco e Iquitos en riesgo

El acceso a los Servicios Diferenciados para Adolescentes (SDA) es una política de Estado cuyo objetivo es garantizar el derecho a la salud y bienestar de las y los adolescentes, de acuerdo a lo señalado en la Norma Técnica de Atención Integral de la Salud en la Etapa de Vida Adolescente.

Su óptimo funcionamiento es especialmente importante en las regiones con altos índices de violencia escolar, sexual y embarazo en niñas y adolescentes, como lo son Cusco y Loreto.

Solo en 2017, Cusco atendió 567 casos nuevos de ITS y VIH/Sida en adolescentes, según la Dirección de Salud Regional. Mientras que, en 2016, Loreto registró la tasa de embarazo más alta. El 30,6% de adolescentes entre 15 y 19 años salieron embarazadas o ya eran madres, según reveló la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES 2016.

A pesar de estas alarmantes cifras, ninguno de los establecimientos de Iquitos evaluados por Asociación Kallpa, cumple con la ‘Norma Técnica: Criterios y Estándares de Evaluación de Servicios Diferenciados de Atención Integral de Salud para Adolescentes’ del Minsa.

El informe señala que se encontraron debilidades y limitaciones en cuanto a disponibilidad de recursos humanos, implementación de los servicios, horarios restringidos para la atención y limitadas coordinaciones multisectoriales.

Cuadro de servicios evaluados en Cusco. Elaboración: Asociación Kallpa

Esta preocupante situación no cambia en Cusco. De los servicios evaluados en esta región, el 50% no funciona, está cerrado o la persona encargada no se encontraba al momento de hacer la inspección. Además, el equipo médico que atiende en estos centros indicaron que no recibieron ningún tipo de capacitación durante los últimos años.

La ausencia de un equipo multidisciplinario de profesionales y su falta de capacitación, el déficit de una infraestructura que brinde ambientes cálidos, privados y con horarios adecuados a las agendas de las y los adolescentes, dificulta el correcto funcionamiento de los SDA y que puedan atender temas urgentes de salud sexual y reproductiva.

En otras regiones se repite

Un segundo informe, elaborado por Chirapaq, recoge las respuestas de adolescentes de Ayacucho, Junín, Puno y Ucayali pertenecientes a los pueblos Quechua, Asháninka, Kacataibo y Aymara. Los resultados confirman, una vez más, que el derecho de acceso a la atención médica en salud sexual y reproductiva no está garantizado.

Solo el 31% de adolescentes indígenas fueron alguna vez a un centro de salud para pedir información sobre salud sexual. Mientras que el 42.4% respondió que no acudió a ningún servicio porque “el personal del centro de salud lo cuenta todo”.

El 16.7% que acudió a los establecimientos no pudieron ser atendidos porque el personal de salud les pidió acudir con una persona mayor de edad. Esta exigencia incumple con la Norma Técnica de Planificación Familiar del Ministerio de Salud que, desde el 2016, establece que las y los adolescentes pueden acudir sin compañía adulta a partir de los 14 años.

El 9.1% de adolescentes indígenas restantes, precisaron que sí acudieron a los centros médicos pero que no volverían porque no les gustó el trato que recibieron.

Encuesta a adolescentes indígenas. Elaboración: Chirapaq

La encuesta también recoge los aportes de las y los adolescentes indígenas, quienes indicaron que les gustaría recibir información sobre sexualidad sin prejuicios, con un trato amigable por parte del equipo médico que respete la privacidad de la información y que los SDA atiendan en horarios que se adapten a las agendas de los jóvenes.

Todos estos requerimientos, están contemplados por el Minsa en las diversas guías y normas técnicas que los centros de salud están obligados a seguir y que no se están cumpliendo.

Normativas de salud: Letra muerta

Wayka también pudo comprobar que estas deficiencias en el sistema de salud se repiten en la capital. El pasado 27 de febrero, acompañamos a una adolescente de 17 años en su recorrido por el Hospital Nacional Arzobispo Loayza para solicitar un preservativo.

Tras el reportaje, la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud) abrió una investigación al hospital Loayza por quebrantar la Norma de Planificación Familiar que establece la entrega de métodos anticonceptivos a adolescentes.

Todo demuestra que las directrices del Ministerio de Salud no son respetadas y que, al parecer, el mismo ministerio tampoco toma acción inmediata para garantizarlas.

La recientemente aprobada Política Nacional de Igualdad de Género contempla como prioridad la atención médica en salud sexual y reproductiva para adolescentes y el fortalecimiento de los servicios diferenciados. Queda en manos de la ministra Zulema Tomás que las directrices dejen de ser letra muerta.